lunes, 28 de septiembre de 2009

Juegos con valores

Ahora quiero compartir unos vínculos para los más chiquitos, son unos juegos didácticos que nos servirán para reflexionar sobre temas muy importantes en la actualidad:

Protejamos el agua (para los más pequeños)
http://www.unicef.org/voy/wes/

Una vida saludable (para tercer ciclo)
http://www.isftic.mepsyd.es/w3/eos/MaterialesEducativos/mem/cuidacuerpo/principal.htm

Constructores de la Paz (de UNICEF kids)
http://www.unicef.org.co/kids/index.html

Espero que enseñemos a nuestro niños más pequeños de manera lúdica pero consciente, y destacando los juegos con valores sobre los violentos.

¿Cómo reconocemos el verdadero valor?


Si bien hay quienes hablan de un valor reflexivo y otro instintivo, creemos con Platón que cuando se dan estas dualidades de manera tan clara, es porque el individuo no ha sabido poner orden dentro de sí mismo. Habiendo orden -una forma de llamar a la justicia- hay acuerdo entre su reflexión racional y sus emociones por instintivas que sean. Si el instinto predomina, el valor se convierte en temeridad y lleva al hombre a acometer peligros que están fuera de su alcance, o que sólo satisfacen su vanidad, en cuyo caso se acerca más al fracaso que a la victoria. Si sólo predomina la reflexión fría, es posible que no estemos ante un hombre valiente, sino simplemente indiferente. Como bien sabemos, en nuestro mundo de dualidades, esa indiferencia no es precisamente una virtud: el que no conoce el temor, el que jamás ha sentido miedo, no puede distinguir el valor o capacidad de sobreponerse al miedo.

Así, llegamos a la conclusión de que el Valor es un elevado sentimiento, y es elevado precisamente porque se expresa cuando se convierte en aliado de la Inteligencia. El Valor -la cólera platónica- que actúa en favor de los instintos no es tal valor, sino la fuerza desatada de lo instintivo.

A través del Coraje llegaremos más alto, obtendremos el verdadero equilibrio: cuando el Corazón, a fuerza de actuar para el Bien y la Justicia, se vuelve ligero como una pluma.

Extraído de la filosofía para vivir, de www.nueva-acropolis.com.ar

Valores en la actualidad

Nos encontramos en un mundo donde la imagen “toda poderosa” hace una combinación excitante de información masificadota y uniforme. Es una sociedad “espectadora”, el arte como la política y la vida misma se aíslan o disocian del pensamiento para disciplinar al ser humano, así manipular sus sensaciones, hasta las más rudimentarias.

La realidad no es fácil de apresar, en este mundo de cultura global donde la sucesión y la transmisión de información es vertiginosa en la que se presenta un aluvión tecnológico, percibimos una carencia de fundamentos éticos, la vida social se encuentra tecnificada, con un aumento de marginación social, económica y cultural lo que conlleva a una violencia desmedida.

Otro de los rangos, responde a la globalización, que ignora a la escuela, en consecuencia la obliga a desempeñar un nuevo rol como unidad de cambio y reproducción.

Estos desajustes reflejados en la crisis de valores, producidos en las estructuras de la comunidad sumadas a sus necesidades e ideales, también repercuten en la escuela en la que participan agentes que conviven con valores que en ella se estimulan o fines perseguidos o contenidos que se transmiten.

Por tanto, se debe reflexionar con el fin de evaluar, investigar, causales y condicionantes de este fenómeno.

Algunos videos de la necesidad de tener y respetar los valores




Sabemos que uno de los principales valores que tiene un ser humano es el respeto, el respeto hacia el prójimo y hacia sí mismo. Este valor nos permite comunicarnos con la sociedad, quizás hoy lo vemos un poco opacado por la tecnología, pero es algo que nunca debemos olvidar. Compartamos este video que nos ayuda a reflexionar sobre el tema:




Los videos fueron extraídos de: www.youtube.com

Valores Humanos... ¿para qué?

Para dar comienzo a este blog quiero citar un artículo de una Maestra contemporánea, que nos deja su reflexión sobre el para qué de los valores humanos.



Si tuviéramos una mentalidad supersticiosa como la que se atribuye a la gente de tiempos arcaicos o a la que vivió en el medioevo, pensaríamos que cuantas desgracias se dan en el mundo constituyen una señal divina, metafísica, algo que quieren decirnos los espíritus de la Naturaleza.
Pero nosotros somos racionales e intentamos explicarlo todo de manera objetiva y sensata. Entonces...
¿Por qué, si pretendemos haber conquistado el diálogo entre las personas y la libre expresión de opiniones, hay quienes pasan por alto el diálogo y emplean la fuerza del terror y la muerte para imponer sus ideas?
¿Por qué se pueden combatir los delitos comunes y no el terrorismo con la misma contundencia? ¿Por miedo? Entonces, ¿terminará por prevalecer el terrorismo?
¿Por qué, si todos los seres humanos son iguales, unos pueblos se destruyen a otros según oscuros privilegios, ante la mirada atónita e impotente de los grandes gobiernos del mundo?
¿Por qué en algunos sitios hay sobreproducción de alimentos -al punto de tener que controlarla- mientras que en otros la gente muere de hambre y enfermedades sin remedio? ¿Qué impide enviar los excedentes a quienes los necesitan desesperadamente?
¿Por qué, si hay un respeto presuntamente establecido por todas las formas de creencias religiosas, siguen combatiendo unas contra otras, y sobre todo las que son más fuertes numérica y económicamente contra las más débiles en esos ámbitos?
¿Por qué saltan al conocimiento público tantos escándalos, tanta corrupción, tanta mentira y traición? ¿Antes no los hubo, o los hubo y no se conocían? Y si ahora los hay en mayor cantidad, ¿por qué?
¿Por qué se denigran de palabra las guerras y las armas, mientras se siguen fabricando y vendiendo armas, mientras existen bombas tan potentes como para destruir ciudades enteras?
¿Por qué llueve donde antes no llovía y hay sequía donde antes sobraba el agua? ¿Por qué se desbordan los ríos y se revuelven los mares? ¿Por qué rugen de nuevo los volcanes? ¿Por qué hace tanto frío y tanto calor fuera de las épocas normales? ¿Por qué tanta indefensión ante una Naturaleza imprevisible?
¿Por qué está mal visto hablar de valores cuando es tan evidente su carencia? ¿Y quién nos enseñará cuáles son esos valores ausentes, si no se pueden mencionar?
¿Por qué la liberalidad en las costumbres conduce a la relajación moral, a la pérdida de la cortesía, a la violencia en general?
¿Por qué hay que olvidar y renunciar al pasado para construir el futuro? ¿Por qué son negativos los ejemplos y experiencias recogidos antes de ahora? ¿Todo lo pasado es malo, toda culpa está en el pasado, o estamos cayendo en el extremo opuesto de aquella otra afirmación de que todo tiempo pasado fue mejor?
¿Por qué las explicaciones racionales a tantas incógnitas, si son acertadas, no logran detener tantos despropósitos?
Tal vez, con otra mentalidad, no supersticiosa pero sí más intuitiva, pensaríamos que la Naturaleza, la historia, el destino o como se quiera llamar a la suma de hechos que nos desconciertan, tienen una lectura especial, tan sencilla y profunda como la sabiduría que nos hace falta para descifrarla.
Un poco de sentido común, de lógica, de simplicidad y sinceridad pueden ser las llaves de esa sabiduría hoy reñida con la hipocresía, la artificialidad, la cobardía y el egoísmo. Hay que probar esas llaves. ¡Y pronto!

Delia Steinberg Guzmán


Fuente: www.nueva-acropolis.org.ar